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El aborto no es delito, es un derecho: voces del 28S

Cada 28 de septiembre, miles de mujeres y organizaciones feministas en todo el mundo se unen para conmemorar el Día de Acción Global por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito. En México, las calles resonaron con una consigna clara y contundente: “El aborto no es delito, es un derecho”.

Este grito refleja décadas de lucha por el derecho a decidir sobre la maternidad, por la justicia social y por el acceso a servicios de salud dignos y seguros.

El 28S en México

Durante las marchas y manifestaciones en diferentes ciudades, las mujeres exigieron la armonización de las leyes estatales con el criterio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que en 2021 determinó que criminalizar el aborto es inconstitucional.

Aunque algunos estados como CDMX, Veracruz, Oaxaca y Baja California ya permiten la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) hasta las 12 semanas, en otras entidades el aborto sigue siendo castigado por la legislación local, generando desigualdad en el acceso a este derecho.


🌎 Un movimiento global

El 28S no es solo un acto en México. Es parte de una movilización internacional que busca garantizar que el aborto sea reconocido como un derecho humano fundamental, tal como lo respaldan organismos como la ONU y la OMS.

En países de América Latina como Argentina y Colombia, las recientes reformas han ampliado los derechos reproductivos, mientras que en otras regiones del mundo persisten fuertes restricciones.


⚖️ El aborto como derecho y no como crimen

La consigna “El aborto no es delito, es un derecho” sintetiza una lucha que va más allá de lo legal. Significa reconocer que la maternidad debe ser libre, segura y deseada, no una imposición. Significa también que las mujeres no deben enfrentar criminalización, estigma o violencia institucional por tomar decisiones sobre su cuerpo.


✅ Conclusión

El 28S nos recuerda que el acceso al aborto seguro no es un privilegio, sino un derecho ligado a la salud, la vida y la libertad de las mujeres. Garantizarlo en todo México y en el mundo es un paso indispensable hacia la justicia social y la igualdad de género.


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