Mitos sobre el uso del condón femenino

Al igual que el preservativo masculino, el condón femenino brinda doble protección, no sólo ayuda a prevenir que suceda un embarazo, también protege al organismo de enfermedades de transmisión sexual, incluso del VIH (Virus de la Inmunodeficiencia Humana).

• El condón femenino está fabricado de un material parecido al del condón masculino, sólo que la funda es más amplia.
• Cuenta con un aro suave y manipulable a los extremos. El aro que se encuentra en la parte interior del preservativo sirve para colocarlo en el interior de la vagina, mientras el externo se mantiene afuera, logrando cubrir una gran parte de los genitales externos.

Este método anticonceptivo es de un solo uso, después de haberlo utilizado debe de ser desechado. No se recomienda usar el condón masculino y el femenino al mismo tiempo, ya que, debido a la fricción podrían romperse.

A pesar de que el condón femenino no es tan popular como su presentación masculina, los beneficios que otorga como el brindarle a una mujer la opción de proteger cuando sus parejas no lo desean o el poder colocarlo antes de iniciar el coito, suele ser muy atractivo.

Este preservativo surgió en el año de 1992 en Estados Unidos e Inglaterra, para después ser difundido en todo el continente europeo y el resto del mundo, aunque en el país de Perú es aún más novedoso.

¿Por qué usar el condón femenino?

Se cree que al usar condón femenino se reduce la sensibilidad al momento de tener relaciones sexuales. No obstante, está fabricado de poliuretano, material que hace posible la transferencia de calor corporal, aumentando la sensibilidad.

No por usarlo la pareja gozará menos. Con este preservativo se puede usar cualquier clase de lubricante ya que el material del que está fabricado es muy resistente.