Según la Organización Mundial de la Salud, toda persona sin ningún tipo de discriminación deberá contar con sus derechos sexuales. Por lo tanto, no importa raza, sexo, origen étnico, religión ni cualquier otra condición. Las decisiones que afecten a tu cuerpo y las que tomes en relación a tu sexualidad y reproducción deberían ser únicamente tuyas.
Mis derechos sexuales me permiten:
- Tener acceso a servicio de salud sexual y reproductiva.
- Derecho a decidir si tener o no relaciones sexuales.
- Decidir si se quiere tener hijos o no. (esto incluye poder interrumpir un embarazo no deseado)
- Vivir sin ningún tipo de violencia sexual.
- Derecho a tener una vida sexual libre, segura y respetuosa.
Existen muchos obstáculos aún para poder garantizar el alcance de estos derechos a la mano de todas y todos, entre ellos los servicios de salud, acceso a la información, entre otros.
Las personas mas vulnerables son aquellas que viven en condiciones económicas difíciles, desgraciadamente muchas veces pueden llegar a ser víctimas de la desigualdad y la discriminación, también personas de la comunidad LGBT pues su lucha para erradicar discriminación aún continúa.
Por lo tanto, muchas veces, el control sobre sus decisiones personales tanto como sexuales y reproductivas, quedan en manos de terceras personas como por ejemplo su pareja, grupos religiosos, política entre otras.
Entre mayor conocimiento se tenga acerca de los derechos sexuales y reproductivos de tu persona será más sencillo conocer el valor que estos tienen y sobre todo ejercerlos con mucho respeto en cuanto a tus creencias y valores. Es importarte recordar que nadie puede obligarte a realizar algo que no deseas, ese es tu derecho tanto sexual como ser humano.
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