El aborto terapéutico es un procedimiento que justifica interrumpir un embarazo por razones médicas y no se sanciona o considera como un delito en estados donde la legislación restringe terminar un embarazo de manera legal, no obstante esta solo se puede llevar a cabo si se cumplen las condiciones y requerimientos específicos.
Este tipo de interrupción no está permitido bajo ninguna condición en lugares como la Ciudad del Vaticano, El Salvador, Malta, Nicaragua y República Dominicana, no obstante en clínicas de ILE en México es permitido realizarse bajo condiciones específicas.
¿Que es el aborto terapéutico?

Es llevar a término una gestación por causas o razones que afecten la salud de la mujer. Existen diferentes causas por las cuales se puede generar este tipo de interrupción, por ejemplo:
1. Su vida corre riesgo: Cuando un embarazo, su desarrollo o durante el parto pone en grave peligro la vida de la mujer.
2. Cuidar de su salud mental o física: Cuando la vida de la mujer se encuentra en estado de riesgo.
3. Debido a posibles enfermedades genéticas o cognitivas: Se realiza cuando la vida del menor cuenta con enfermedades, padecimientos o discapacidades las cuales afectarán el desarrollo de su vida o si su vida presenta peligro de muerte al nacer.
4. Para reducir la cantidad de embriones en un embarazo: Si un embarazo presenta múltiples fetos se realiza esta intervención hasta que el número de fetos sea aceptable y seguro para la vida de la mujer.
¿Cuáles son las consecuencias de este procedimiento?
Algunas de las consecuencias que se pueden presentar posterior a la intervención médica en el cual se terminó un embarazo incluye sangrado vaginal durante unos días, diarrea, náuseas, dolor, vómitos y en casos extremos infección si no se extrajo completamente el tejido requiriendo una cirugía para tratarse.
¿Qué recomendaciones son necesarias para la recuperación?
En caso de haberse realizo un aborto terapéutico algunas de las recomendaciones para la pronta recuperación incluyen estar en reposo, evitar actividades de gran esfuerzo, duchas calientes, evitar las relaciones sexuales durante 2 a 3 semanas y consultar con especialistas ginecólogos o médico en caso de presentar alguna molestia fuerte.